Serafines:
Que nos abran al amor de Dios e inflamen nuestro corazón
en el cariño a María. Que sólo a Dios nos
entreguemos, alabemos y sirvamos.
Querubines:
Que nos ayuden en las tentaciones contra la fe, la pureza,
y en los escrúpulos.
Tronos:Que
aclaren e iluminen a los herejes, ateos, incrédulos y católicos
poco fervorosos (por aquellos que estamos pidiendo para que se
conviertan). También por los que se empeñan en difundir
el reino de Dios.
Virtudes:Que
mejoren nuestra vida espiritual, dándonos coraje y fuerza
para cumplir las bunas resoluciones (entrégales tu oración
personal).
Potestades:Que
remuevan los obstáculos que puedan impedir la ejecución
de los designios de Dios, deshaciendo las trampas y celadas del
enemigo. También que inspiren a los sacerdotes a santificarse.
Principados:Que
defiendan y protejan nuestro país, ciudad, iglesia. Que
actúen como instrumentos de Dios en la realización
de milagros.
Arcángel
Miguel:Que combata por nosotros al enemigo
y lo precipite en el infierno, deshaciendo toda la mentira e ilusión
de las cuales se sirve. Que aumente en nosotros el amor a la santa
Misa y a la sagrada Eucaristía.
Arcángel
Rafael: Que nos defienda de las potencias
del mal, de las enfermedades y nos acompañe en los viajes.
Que sea nuestro consuelo en las dificultades y nos fortalezca
en el desánimo y en la depresión. También
que ilumine a los padres confesores y orientadores espirituales.
Angeles
de la guarda: Que nos guarden, gobiernen
e iluminen. Que nos inspiren, suscitándonos buenas ideas
y propuestas.
Angel Santo
de la guarda
Angel santo,
mi cosejero, inspírame.
Angel santo, mi defensor, prótegeme.
Angel santo, mi fiel amigo, pide por mí.
Angel santo, mi consolador, fortíficame.
Angel santo, hermano mío, defiéndeme.
Angel santo, maestro mío, enséñame.
Angel santo, testigo de todos mis actos, purifícame.
Angel santo, mi auxiliar, ampárame.
Angel santo, mi intercesor, habla por mí.
Angel santo, mi guía, dirígeme.
Angel santo, mi luz, ilumíname.
Angel santo, a quien Dios encargo de conducirme, gobiérname.
Oración
al Angel de la Guarda
Angel
de Dios, ángel de mi guarda, pues la bonda divina me ha
encomendado a tu custodia, ilumíname, dirígeme,
guárdame. Amén.
Oración
al Angel Custodio (1)
Angel
santo, que velas por mi alma y por mi vida, no me dejes soy pecador,
y no me desampares a causa de mis manchas. No dejes que se me
acerque el mal espíritu. Y dirígeme poderoso preservando
mi cuerpo mortal. Toma mi mano débil y condúceme
por el camino de la salvación.
(Macario,
el Egipcio)
Otra oración
al Angel Custodio (2)
Angel
de la guarda, dulce compañía, no me desampares de
noche ni de día, no me dejes solo, que me perdería.
Ni vivir ni morir en pecado mortal. Jesús en la vida, Jesús
en la muerte, Jesús para siempre, amén. Jesús.
Oración a San Miguel Arcángel
Arcángel
San Miguel, defiéndenos en la lucha, ampáranos contra
la perversidad y acechanzas, y tú, príncipe de la
celestial milicia, lanza al infierno con el divino poder a Satanás
y a los otros malignos espíritus que andan por el mundo
para la perdición de las almas. Amén.
(León
XIII)
Súplica
ardiente a los Santos Angeles
¡Dios
uno y trino, omnipotente y eterno! antes de recurrir a tus siervos,
los santos ángeles, nos postramos ante tu presencia
y Te adoramos: Padre, Hijo y Espíritu Santo.
¡Bendito y alabado seas por toda la eternidad!
¡Dios santo, Dios fuerte, Dios inmortal, que todo cuanto
fue creado por Ti Te adore
Oración
a San Pedro y San Pablo
San Pedro
Apóstol, elegido por Jesús para ser la roca sobre
la cual se construiría la Iglesia, bendice y protege al
Sumo Pontífice, a los Obispos y a todos los cristianos
de todo el mundo. Concédenos una fe autentica y un amor
grande a la Iglesia.
San
Pablo Apóstol, propagador del Evangelio entre los pueblos,
bendícenos y ayuda a los misioneros en la difusión
de la Buena Noticia y concede a nosotros ser siempre testigos
del Evangelio para que llegue a todas partes el reino de Cristo.
Amén.
Plegaria
a San Felipe de Jesús
San Felipe
de Jesús, orgullo de nuestro pueblo, que llevaste su espíritu
generoso hasta el extremo del mundo. Enséñanos a
medir el valor exacto de las cosas; que nuestra Patria vuelva
a su antigua riqueza y sea Dios el Señor de cada vida.
Porque ya van siendo muchos los hijos de este suelo que vendieron
sus ideales de eternidad y no les importó que se les marchitase
el alma.
Cuando
dabas la vida por tu ideal, mexicano y divino, reían tus
ojos mirando hacia arriba y de tus labio brotaba el cantar mejor.
Así debe reir nuestro pueblo, así quiere mirar al
cielo, así como tú hemos de cantar la generosa melodía
mexicana del amor a Dios y a todos los hombres como hermanos.
Vuelve
otra vez a la vida de la Patria, hermano mayor de esta gran familia,
que tiene por Madre a Santa María. Ilumínanos por
dentro y pídele al Señor que renovemos el alto ideal
que trazaste con tu vida y de la misión universalista y
espiritualizadora que el cielo marcó para nuestra patria.
San
Felipe de Jesús, el mayor de los mexicanos, que aprendamos
de ti a ser como el mundo nos necesita y el cielo espera de nosotros.
Ruega
por nosotros San Felipe de Jesús, para que seamos dignos
de alcanzar las promesas de Jesucristo. Amén.
Oración
a San Francisco de Asís
Seráfico
San Francisco, tú que renovaste el mundo en el espíritu
de Jesucristo, escucha nuestra oración.
Tú
que para seguir fielmente a Jesús, abrazaste voluntariamente
la pobreza evangélica, enseñándonos a alejar
de nuestro corazón el ansia de los bienes materiales que
nos esclavizan.
Tú
que viviste en ardiente amor a Dios y al prójimo, alcánzanos
poder practicar la verdadera caridad y tener el corazón
abierto a todas las necesidades de nuestros hermanos.
Tú
que conoces nuestras necesidades y nuestras esperanzas, protege
a la Iglesia y a nuestra Patria y suscita en el corazón
de todos los sentimientos de paz y bien. Amén.
Oración
a San Judas Tadeo
Dios nuestro
que nos has dado a conocer a tu Hijo por la predicación
de los Apóstoles, por intercesión de tu santo apóstol
Judas Tadeo, bendice y protege nuestra familia y líbranos
de todo mal, para que cada día conozcamos y amemos más
a Cristo y a nuestros semejantes. Por Cristo nuestro Señor.
Amén.