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Oración
pidiendo la armadura de Dios
Padre Celestial, yo ahora, por la fe, pido la protección
de tu armadura para que pueda permanecer firme contra satanás
y todas sus huestes y, en el nombre del Señor Jesús,
vencerlas.
Yo acato tu verdad contra las mentiras y los errores del enemigo
astuto.
Yo tomo tu justicia para vencer los malos pensamientos y las
acusaciones de satanás.
Yo tomo el equipo del Evangelio de la paz y dejo la seguridad y
las comodidades de la vida para combatir el enemigo.
Y por encima de todo, tomo tu fe para cerrar el camino de mi alma
a las dudas e incredulidades. Yo tomo tu salvación y confío
en Ti para que protejas mi cuerpo y mi alma contra los ataques de
satanás.
Yo tomo tu palabra y oro para que el Espíritu Santo me capacite
para usarla eficazmente contra el enemigo, para cortar toda esclavitud
y para liberar a todo cautivo de satanás, en el poderoso
y conquistador nombre de Jesucristo, mi Señor.
Yo me visto con esta armadura, viviendo y orando en completa dependencia
de Ti, bendito Espíritu Santo. Amén.
Intercesión por la conversión y liberación
de alguien
Señor Padre eterno, en nombre de tu Hijo, nuestro Señor
Jesucristo, derríbanos, con el poder del Espíritu
Santo, todas las fortalezas de mentira, engaño, esclavitud
espiritual, presunción y orgullo en….(decir el nombre de
la persona).
Señor Padre amoroso, usando la autoridad que nos fue concedida
por el Señor resucitado, vencedor de todo mal y de la muerte
eterna, hemos derribado las barreras que se levantan en …contra
tu conocimiento y adoración.
Señor Padre Justo y Santo, en nombre de Cristo resucitado,
único Señor del universo, ahora nosotros expulsamos
de…las tinieblas e influencias malignas en todas las áreas
de su ser, así como todo y cualquier dominio que tu enemigo,
Señor, pueda tener sobre…..
En este instante, por la sangre del Señor Jesús que
esta en su gloria intercediendo por nosotros ,liberamos a ….; que
él viva reconciliado Contigo, se convierta, confiese sus
pecados y sea, en adelante, tu hijo obediente. Y te agradecemos
por eso, Señor.
Por la autoridad del nombre omnipotente del Señor Jesús,
yo rompo todo el poder de satanás sobre la vida de…, reclamo
su salvación, cura y liberación de todo maleficio,
control menta, inseguridad, miedo, para que “su gozo seal colmado”
(Jn 16,24b) y la sangre preciosa del Señor Jesús produzca
en….los frutos del Espíritu Santo.
Santa María, Madre de Dios, ruega por este hijo tuyo…., por
su conversión, salvación y liberación.
Amén
y amén.
(rezar
el credo)
oración
para la liberación del yugo hereditario
(para
que la recen los padres a favor de un hijo)
Padre de misericordia….(decir el nombre de la persona) es tu hijo.
Antes de ser engendrado por nosotros, él ya era tu hijo.
Tu sabes sus necesidades. Tú sabes todo lo que le oprime.
Por eso, Padre, Te pido que deshagas en la vida de….todo mal. Rompe
todo yugo hereditario negativo que haya caído sobre él.
Quiebra toda maldición, plaga, hechicería, que en
el poder de la sangre de Jesús, todo pacto o alianza que
sus ancestrales hayan hecho con satanás. Que ellos sean perdonados
en la sangre de Jesús y que….sea liberado para servirte.
¡ Amén!
Jesús,
Tú viniste para salvarnos. Tu sangre fue derramada por nuestra
salvación. Tú amas a …..y quieres salvarlo.
Por eso nosotros Te pedimos, Jesús, que tu sangre caiga poderosamente
sobre la mente de….quebrando todas las argollas del mal que ahí
están escondidas. Deshaz, Jesús, todo yugo hereditario
negativo que pesa sobre…..principalmente del alcohol y el tabaco.
Libera a este hermano tuyo por el poder de tu Sangre redentora.
¡Amén!
¡Espíritu
Santo, Tú eres luz! Tu luz puede penetrar lo más profundo
de nuestro ser, curándonos de todo mal. Te pido, Espíritu
Santo, que derrames tu luz sobre…..liberándole de todos los
eslavones del mal y de todo lazo, tropiezo y cepo de satanás.
Que Dios sea siempre alabado y adorado en la vida de…..y que, por
el poder del nombre de Jesús, el enemigo sea encadenado e
impedido de volver a atormentarlo.
Te
ruego por este hijo tuyo, ¡oh Virgen María, Madre de
Dios!.
¡amén!
Oración
para la liberación de la casa
Señor, creemos en la Palabra de la Escritura cuando dice:
“Si
caminamos en la luz, como él mismo está en la luz,
estamos en comunión unos con otros y la sangre de su Hijo
Jesús nos purifica de todo pecado” (1 Jn 1,7)
por eso nosotros Te pedimos, oh Padre eterno, en nombre de tu hijo
Jesucristo, que toda especie de pecado cometido dentro de esta casa,
para violar la paz y santidad de un verdadero hogar cristiano, sea
lavado y limpio, por medio de la preciosa sangre de Jesús
nuestro Señor que quita del mundo todo el pecado, deshonestidad,
odio y mal.
(rezar
esta oración en todos los cuartos de la casa, rociando agua
bendita)
Oh
Padre del cielo, creemos que la noche avanza y el día se
aproxima, por eso queremos abandonar las obras de las tinieblas
y vestir la armadura de la luz (Rm 13,12).
Padre
celestial, queremos quedarnos de pies, ceñidos nuestros riñones
con la verdad y revistiéndonos con la coraza de la justicia,
calzando los pies con la propagación del Evangelio de la
paz, empuñando siempre el escudo de la fe, con el que podemos
extinguir las flechas ardientes del maligno. Y queremos tomar el
yelmo de la salvación de Jesucristo y la espada del Espíritu
Santo, que es la Palabra de Dios ( Ef 6,14-17).
¡
Padre santo, en nombre de Jesús nuestro Señor, nosotros
Te agradecemos, desde el fondo del corazón, porque hiciste
salir para siempre de esta casa toda tiniebla y todo mal!
¡
Señor Jesús, nuestro amado Salvador, bendice esta
casa y a cada uno de sus habitantes, para que la luz de tu presencia
protectora, llena de amor y de paz, entre y aquí permanezca
siempre como señal de tu misericordia infinita!
¡
Espíritu Santo del Padre y del Hijo, aumenta cada vez más
en nosotros la fe y la confianza en el poder del Señor resucitado!
Amén.
¡ Aleluya!
(
Rezar Padrenuestro, Avemaría y Gloria)
En el nombre el Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Oremos:
Oyénos,
Señor, Padre santo, Dios eterno y todopoderoso, y dígnate
mandar del cielo a tu santo ángel para que él la guarde,
ayude, proteja, visite y defienda a todos los que viven en
esta casa. Danos la paz, el amor, la salud, la prosperidad. Defiéndenos
de todos los peligros y enemigos del cuerpo y del alma y danos,
a cada uno de nosotros, una buena hora de la muerte.
Por
Jesucristo nuestro Señor.
Amén.
(Rociar
toda la casa con agua bendita)
Contra
Satanas y loa Angeles Reveldes
(publicado por orden de S.S León XIII)
Inicio del exorcismo
En nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo
Salmo
68(67)
“¡álcese
Dios, sus enemigos se dispersen, huyan ante su faz los que le odian!
Cual se disipa el humo, se disipan, como la cera se derrite al fuego,
perecen los impíos ante Dios” (ver.2-3)
Salmo
35(34)
Ataca oh Yahveh, a los que me atacan, combate a quienes me combaten;
embraza el escudo y el pavés y álzate en mi socorro;
blande la lanza y la pica contra mis perseguidores. Dí a
mi alma: “Yo soy tu salvación.
¡Confusión y vergüenza sobre aquellos que andan
buscando mi vida! ¡vuelvan atrás y queden confundidos
los que mi alma maquinan! ¡Sean lo mismo que la paja al viento,
por el ángel de Yahvéh acosados, sea su camino tiniebla
y precipicio, perseguidos por el ángel de Yahvéh!.
Pues sin causa me han tendido su red, han cavado para mí
una fosa. ¡Sobre cada uno de ellos caiga de improviso la ruina:
le prenda la red que había tendido, y en su fosa se hunda!
Y mi alma exultará en Yahvéh , en su salvación
se gozará! (v. 1-9)
Gloria
al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo. Como era en el principio,
ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Gloriosísimo príncipe de la milicia celeste, San Miguel
Arcángel, defiéndenos en el combate y en la lucha
contra los principados y las potestades, contra los dirigentes de
este mundo de tinieblas, contra los espíritus malignos, esparcidos
por los aires (ver Ef 6,12). Ven en socorro de los hombres que Dios
creó inmortales e hizo a imagen de su propia naturaleza y
rescató por gran precio de la tiranía del demonio
(ver Sb 2,23; I Co 6).
Combate hoy, con el ejercito de los ángeles buenos, el combate
del Señor, así como otrora luchaste contra lucifer
, jefe del orgullo, y contra los ángeles apóstatas.
Ellos no prevalecieron ni fue encontrado de nuevo en su lugar en
el cielo, sino que fue expulsado aquel gran dragón, la antigua
serpiente, que se llama diablo y satanás, que sedujo todo
el orbe; y fue lanzado a la tierra y sus ángeles juntamente
con él (ver Ap 12,7-9).
He aquí que el enemigo antiguo y homicida se levantó
con vehemencia. Transfigurado en ángel de luz, con toda la
caterva de espíritus malos circundó e invadió
toda la tierra, para destruir en ella el nombre de Dios y el de
su Cristo, y robar las almas destinadas a la corona de la gloria
eterna y así postrarlas y perderlas en la muerte eterna.
El dragón maldito transvasó, como río inmundisímo,
el veneno de su iniquidad a los hombres depravados de mente y corruptos
de corazón; les infundió el espíritu de mentira,
impiedad, blasfemia, y su hálito mortífero de lujuria,
de todos los vicios e iniquidades.
Las huestes astuciosísimas llenaron de amargura a la Iglesia,
esposa inmaculada del Cordero, y la llenaron a absintio; se pusieron
a trabajar para realizar todos sus impíos designios.
Allí donde está constituida la sede del beatísimo
Pedro y la cátedra de la verdad para iluminar a los pueblos,
ahí colocaron el trono de las abominaciones de su impiedad,
para que, herido el Pastor, se dispersasen las ovejas.
Ven, pues, general invictísimo y dale la victoria al pueblo
de Dios contra las perversidades espirituales que irrumpen. La Santa
Iglesia te venera como su guarda y protector, te glorifica como
el defensor contra las potestades abominables de la tierra y de
los infiernos. El Señor te confió la misión
de introducir a la felicidad celestial las almas rescatadas. Ruega,
pues, al Dios de la paz que aplaste a satanás bajo nuestros
pies, para que el no pueda más mantener cautivos a los hombres
y hacer mal a la Iglesia.
Presenta al Altísimo nuestras preces, a fin de que sin tardar
el Señor nos haga misericordia, y tú contengas al
dragón, la antigua serpiente, que es el demonio y satanás,
y lo lances encadenado al abismo para que no seduzca más
a las naciones (ver Ap 20).
Desde ahora, confiando en tu asistencia y protección (con
la sagrada autoridad de nuestro ministerio sacerdotal), empezamos
con fe y seguridad a rechazar los asaltos de la astucia diabólica
en nombre de Jesucristo, Dios y
Señor nuestro.
He
aquí la cruz del Señor, huid potencias enemigas.
R: Venció el León de la tribu de Judá, la estirpe
de David.
Venga a nosotros, Señor, tu misericordia.
R: Como esperamos en Ti.
Señor, escucha mi súplica.
R: y hasta Ti llegue mi clamor
El sacerdote: Que el Señor esté con vosotros
R: El está en medio de nosotros
Oremos:
Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, invocamos tu santo
nombre y, suplicantes, pedimos con instancia a tu clemencia que,
por la intercesión de la inmaculada y siempre Virgen María,
madre de Dios, del bienaventurado Miguel Arcángel, de San
José, esposo de la misma bienaventurada Virgen, de los bienaventurados
Apóstoles Pedro y Pablo y de todos los santos, te dignes
auxiliarnos contra satanás y todos los demás espíritus
inmundos que vagan por el mundo para hacer el mal al género
humano y perder las almas. Por el mismo Cristo, nuestro Señor.
Amén.
Nosotros te exorcizamos, quienquiera que seas, espíritu inmundo,
poder satánico, horda del enemigo infernal, legión,
asamblea o secta diabólica. En nombre y por el poder de Jesucristo
nuestro Señor, sé extirpado y expulsado de la
Iglesia de Dios, de las almas creadas a imagen de Dios y rescatadas
por la sangre preciosa del Cordero divino.
+*No
te atrevas más, pérfida serpiente, a engañar
al género humano, a perseguir a la Iglesia de Dios, a atormentar
y a cribar como trigo a los elegidos de Dios +. Te ordena el Dios
Altísimo +, a quien en tu grande soberbia pretendes aún
igualarte, el cual quiere que todos los hombres se salven y lleguen
al conocimiento de la verdad. Te lo ordena Dios Padre +; te los
ordena Dios Hijo +; Te lo ordena Dios Espíritu Santo +; Te
lo ordena la Majestad de Cristo, Verbo eterno de Dios hecho carne
+, que, para salvar nuestra humanidad perdida por tu odio, se humilló
así mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, edificó
su Iglesia sobre roca firme y decretó que las puertas del
infierno no prevalecerán contra ella, porque permanecerá
con ella todos los días hasta la consumación de los
siglos.
Te lo ordena la virtud oculta de la Cruz + y el poder de todos los
misterios de la fe cristiana +, te lo ordena la gloriosa Virgen
María, Madre de Dios +, que en su humildad aplastó
desde el primer momento de su concepción inmaculada tu cabeza
llena de soberbia. Te lo ordena la fe de los santos apóstoles
Pedro y Pablo y la fe de los otros apóstoles +. Te lo ordena
la sangre de los mártires y la piadosa intercesión
de todos los santos y santas.
Así pués, dragón maldito y toda la legión
diabólica, nosotros te conjuramos por el Dios + verdadero,
por el Dios + vivo, por el Dios + santo, por el Dios que amó
al mundo hasta el punto de entregar a su hijo unigénito,
a fin de que cuantos crean en El no perezcan sino que tengan
la vida eterna. Cesa de engañar a las criaturas humanas y
de ofrecerles el veneno de la perdición eterna; cesa de hacer
el mal a la Iglesia y de armar lazos a su libertad. Márchate
satanás, inventor y maestro de la mentira, enemigo de la
salvación de los hombre. Dale el lugar a Cristo, en quien
dada encontraste, absolutamente nada, de tus obras, cede tu lugar
a la Iglesia, una santa, católica y apostólica que
el propio Cristo compró con su sangre. Rebájate bajo
la mano poderosa de Dios, teme y huye a la invocación que
hacemos del santo y terrible nombre de Jesús, a quien los
infiernos temen, a quien están sujetas las virtudes de los
cielos y las potestades y dominaciones a quien los querubines y
serafines alaban en un concierto sin fin diciendo “santo, santo,
santo es el Señor Dios de los ejércitos”
Señor
escucha mi oración.
R: y hasta ti llegue mi clamor.
Oremos:
Dios
del cielo, Dios de la tierra, Dios de los ángeles, Dios de
los arcángeles, Dios de los patriarcas, Dios de los profetas,
Dios de los apóstoles, Dios de los mártires, Dios
de los confesores, Dios de las vírgenes, Dios que tienes
el poder de dar la vida después de la muerte, el reposo después
del trabajo, porque no hay otro Dios a no ser Tú mismo, y
no puede haber otro sino Tú, el Creador de todas las cosas
visibles e invisibles, cuyo reino no tendrá fin. Suplicamos
humildemente, a tu gloriosa Majestad, que Te dignes liberarnos con
tu poder y preservarnos incólumnes de todo dominio, lazo,
ardil y perversidad de los espíritus infernales. Por Cristo
nuestro Señor. Amen.
Amén.
De
los embustes del demonio.
R: Líbranos, Señor.
Que tu Iglesia te sirva en tranquila libertad.
R: Te lo pedimos, óyenos.
Que te dignes confundir a los enemigos de la Iglesia
R: Te lo pedimos, óyenos.
¡Oh
Corazón eucarístico de Jesús, por aquella llama
de amor en la que ardiste en el momento solemne en el que Te entregabas
totalmente a nosotros en la santísima Eucaristía,
humildemente Te suplicamos que Te dignes a liberarnos poderosamente
y a guardarnos incólumnes de todo poder, lazo, engaño
o maldad de los espíritus infernales!.
Amén.
Jaculatoria
¡Oh
Corazón Eucarístico de Jesús, libéranos
cada vez más de las insidias de satanás! (rocie en
el lugar agua bendita)
·
* hacer la señal de la cruz donde aparece la crucetita
Oración
de confesión y renuncia
Creo
que Tú moriste en la cruz por mis pecados y resucitaste de
la muerte. Tú me redimiste por tu sangre y Te pertenezco
a Ti.
Te confieso todos mis pecados conocidos (……) y desconocidos. Me
lamento por ellos. Me arrepiento de ellos. Renuncio a ellos. Yo
perdono a todas las personas que me ofendieron (….) como quiero
que Tú me perdones. Perdóname ahora y lávame
con tu sangre, Jesús, que me purifica del todo pecado..
Y llego a Ti, en este momento, como a mi Libertador. Tú sabes
mis necesidades especiales (….), aquello que me pervierto (….),
aquel espíritu maldito (por ejemplo, odio, venganza, celos.
Etc.) que me atormenta.
Clamo a la promesa de tu Palabra: “Todo aquél que invoque
el nombre del Señor, se salvará.”
¡Clamo a Ti ahora, en tu nombre, líbérame ,
oh Señor).
Satanás:
Yo
renuncio a ti y a tu obra, incluso a toda y cualquier hechicería,
espiritismo, cartomancia, a todo lo que directa o disfrazadamente
tenga alguna ligación contigo.
Renuncio ahora, también, a todo y cualquier contacto que
yo o miembros de mi familia, amigos y conocidos, hayamos tenido
con las obras relacionadas contigo.
Renuncio a ti, satanás, en nombre de Jesucristo, y ordeno
que me dejes ahora, en nombre de Jesucristo, el Hijo de Dios vivo,
mi Salvador.
Amén.
Renuncia
al mal y renovación de las promesas del bautismo
Señor Jesús, por esta señal de la cruz, envuélvenos
a todos nosotros, a nuestros familiares y bienes, en tu amor, en
tu poder y en tu sangre para que el enemigo no pueda perjudicarnos
+ (se hace la señal de la cruz).
En
nombre de Jesucristo, por la sangre derramada por sus cinco llagas,
por la intercesión de la Virgen María, la inmaculada,
que aplastó la cabeza de la serpiente…*
…yo
renuncio a satanás, autor de todo mal, de todo pecado y padre
de toda mentira.
…yo
renuncio a todo espíritu de impaciencia y de rabia, de resentimiento
y ofensa, de tensión nerviosa y agresividad, de juicio temerario
y presunción, de ira y de odio, de chismes, mentira y calumnia.
…yo
renuncio a todo espíritu de desánimo y tristeza, de
melancolía y soledad, de fracaso y frustración, de
desconfianza del amor de Dios y del prójimo, de autorechazo
y autocondenación.
…yo
renuncio a todo y cualquier espíritu de miedo: miedo de Dios
y satanás, miedo de las personas de los animales y delas
cosas, miedo del futuro, de las enfermedades y de la muerte, miedo
de las alturas y de la oscuridad, miedo de accidentes y asaltos,
miedo de perder mi imagen y prestigio, miedo de hablar en público
y dar testimonio de tu Evangelio, miedo de la perdida de un familiar
y de la condenación eterna.
…yo
renuncio a todo espíritu de complejo y autopiedad, de ansiedad,
angustia y preocupación, de traumas y enfermedades.
…yo
renunció a todo espíritu de desequilibrio emocional
y psíquico de autodestrucción.
…yo
renunció a todo espíritu de venganza, a todo deseo
de fracaso y muerte de mi hermano, a todo espíritu de injusticia
y explotación de la persona humana.
…yo
renuncio a todo espíritu de rebeldía contra Dios contra
mi hermano y contra mi mismo, no aceptando mis flaquezas.
…yo
renuncio a todo espíritu a todo espíritu de avaricia,
apego al dinero, cosas personas o cargos.
…yo
renuncio a todo espíritu de gula, drogas y tabaco, a todo
espíritu de alcoholismo, blasfemia y sacrilegio.
…yo
renuncio a todo espíritu de celos y envidia, de pereza e
hipocresía, de fingimiento, falsedad y adulación.
…yo
renuncio a todo espíritu de malas palabras y chistes de sexo
y lujuria, de masturbación y fornicación, de prostitución
y adulterio, de homosexualidad y lesbianismo, de orgía y
de juerga.
..yo
renuncio a todo espíritu de autosuficiencia y egoísmo,
de vanidad, orgullo y status, de materialismo y consumismo, de ambición
y poder, de hurto y robo.
…yo
renunció a todo espíritu de superstición y
de falta de fe, de duda y confusión religiosa, de horóscopo,
de suertes, cartomancia, control mental, pirámides, meditación
trascendental.
…yo
renuncio a todo espíritu de idolatria y falsas religiones,
de seicho-no-ie-e-iglesia mesiánica, de esoterismo, masonería
y rosacrucismo.
…yo
renunció a todo espíritu de magia negra y brujería,
de espiritismo.
…yo
renuncio a todos los espíritus y espíritus guias que
invocaron sobre mí, a toda herencia de falsas religiones
que traigo de mis antepasados.
…yo
renuncio de todo corazón a todo efecto de bautismo, consagración
o cruzamiento, hecho de mi persona al espiritismo, a la magia negra
o a otra falsa religión.
…yo
renunció a todos los remedios, pases espiritistas, cirugías
y tratamiento hechos en centros espiritistas, maldiciones o plagas,
mal de ojo que lanzaron sobre mi o mi familia.
…yo
renuncio a todos los objetos supersticiosos que traigo encima
o tengo en mi casa.
…yo
renuncio a toda revista y película pornográfica y
a toda literatura, películas, música contraria a la
sana doctrina de la salvación.
…yo
renunció a todo espíritu del mundo y a todo modo no
cristiano de vivir.
…yo
ordeno a todo espíritu malo del que haya sido liberado, que
vaya a los pies de Jesús, para que El disponga de él.
…yo
prohibo a todo espíritu que me haya dejado que retorne a
mi para perjudicarme.
¡Gracias
Jesús por que me liberaste! ¡Jesucristo en mi único
dueño y Señor! ¡Dios en mi padre! ¡Maria
es mi Madre!
¿Crees
en Dios Padre todopoderoso, Creador del cielo y la tierra?
R: Si creo
¿Crees que Jesucristo es el Hijo del Padre y que murio para
salvarte?
R:Si, lo creo
¿Crees que el Espíritu Santo, amor del Padre y del
Hijo, habita en tu corazón?
R: Sí, lo creo
¿Crees que la Iglesia Católica es la única
y verdadera?
R: Si, lo creo.
¿Crees que eres miembro vivo de esta Iglesia?
R: Sí, lo creo.
¿Crees que eres responsable por su nombre y expansión
de su reino?
R: Sí, lo creo.
¿Crees que debemos ayudar preferencialmente a los pobres?
R: Sí lo creo
¿Crees que la Biblia es la palabra viva de Dios vivo?
R: Sí lo creo
¿Crees que la palabra de Dios libera, cura, alimenta y perdona
los pecados?
R: Sí lo creo.
¿Crees que Dios, siendo amor infinito, no creó el
infierno?
R: Si lo creo
¿Crees que cada uno crea su infierno cuando, libre y conscientemente,
se aparta de Dios?
R: Sí lo creo
¿Crees que Jesucristo condena el amor libre, las relaciones
sexuales y prematrimoniales, el aborto el meretricio y el divorcio?
R: Sí lo creo
¿Crees que todos los males: muertes, enfermedades, guerras
no provienen de Dios, nido del abuso de nuestra libertad?
R: Sí, lo creo.
¿Crees que de todos los males, hasta del pecado cuando
nos arrepentimos y lo confesamos, Dios tiene el poder de obtener
un bien mayor?
R: Sí lo creo
(Rezar
el Credo)
Padre
Bernardo Schouster, SSJ
Oraciones de autoridad en el nombre de Jesús
a)
Padre amado, Te pido ahora, en nombre de Jesús, que el Señor
coloque en mí su armadura de protección: el cinturón
de la verdad, la coraza de la justicia, el calzado de la paz; empuño
el escudo de la fe y la espada del Espíritu Santo que es
la palabra de Dios, coloco en mi cabeza el yelmo de la salvación
y exalto el nombre de Jesús.
Amén.
Y
cuanto a ustedes, espíritus inmundos, yo os declaro: Jesús
está a mi favor, Jesús esta conmigo, yo pertenezco
a Jesús. y con Jesús y en su poderoso Nombre, yo les
ordeno que salgan de mi presencia ahora y no vuelvan nunca más.
Vivo con Jesús y reino en vida con Jesús, por encima
de todo principado y potestad.
¡Jesús es el Señor!¡Jesús es mi
Señor!
Yo les declaro que soy más victorioso sobre ustedes, por
la virtud de Aquél que me amó y se entregó
por mí: Jesucristo, mi Salvador y mi Dios.
En nombre de Jesús.
¡Amén y amén!
b)
En nombre de Jesucristo y por el poder de su sangre, con la intecesión
de la Virgen María, la inmaculada, yo rompo todo el poder
de satanás sobre mi vida (o la de….) y reclamo mí
( o su) salvación, cura y liberación de todo mal,
maleficio, maldad, pecado, vicio, envidia, maldición, odio,
enfermedad, soberbia, codicia, control mental, inseguridad, miedo
e idolatria.
Yo coloco la poderosa sangre de Jesús ente todo mal y yo,
(o entre todo mal y….) y prohibo, en nombre de Jesucristo, que ese
mal,del que Jesús me ha liberado ahora, vuelva a mi (o a
él).
Y
proclamo que Jesucristo es mi único Señor y Salvador.
Dios es mi Padre y María es mi Madre.
Y ahora, Señor, inunda todo mi ser con tu Santo Espíritu,
para que yo pueda vivir tu palabra y hacer tu Voluntad. En nombre
de Jesús.
Amén. ¡aleluya!
Cada
uno puede usarlo con agua bendita y la señal de la cruz sobre
sí mismo o sobre otras personas, estén ellas ausentes,
en tentaciones o probaciones, sobre personas hostiles enfermas y
agonizantes.
Por
los santísimos nombres de Jesús y María, les
mando, espíritus diabólicos, ¡apártense
de nosotros (de ellos), de este (de aquel) lugar y no se atrevan
a volver, tentándonos y perjudicándonos!”
¡Jesús,
María, San Miguel Arcángel, defiéndanos! ¡Santos
ángeles de la guarda, presérvenos de los ataques insidiosos
del espíritu maligno! (repetir tres veces)
¡Oh
María, concebida sin pecado,
R: ruega por nosotros que recurrimos a ti!
Amén.
Oración
para liberarse de una maldición
Señor
Jesucristo:
Creo
que Tú eres el Hijo de Dios y el único camino a Dios.
Que moriste en la Cruz por mis pecados y por mi fuiste resucitado
de entre los muertos.
Con fundamento en lo que hiciste por mí, creo que las reivindicaciones
de satanás contra mi están canceladas en tu Cruz.
Y así, Señor Jesús, yo me someto a Ti y me
comprometo a servirte y a obedecerte y basado en esto tomo posición
contra cualquier fuerza maligna de las tinieblas que, de alguna
forma, haya entrado en mi vida-sea por mis propios actos, sea por
mis propios actos, sea por actos de mi familia o de mis antepasados,
o de alguna otra cosa que desconozca. Donde quiera que haya sombra
en mi vida, cualesquiera fuerzas malignas, yo renuncio a ella ahora
Señor.
Me recuso a someterme a ellas por más tiempo y, en el nombre
poderoso de Jesús, el Hijo de Dios, asumo autoridad sobre
todas las fuerzas del mal que me atormentan, me deshago de ellas
y me libero totalmente de su poder.
Yo invoco al Espíritu Santo de Dios para que invada mi ser
y realice mi liberación y me suelte del mal, entera y realmente,
como sólo el Espíritu de Dios puede hacer.
En nombre de Jesucristo.
Amén
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