|
Oración
de los músicos
Padre
santo,
Por medio del
profeta expresaste tu voluntad d que todo tu pueblo te alabará
(Is. 43,21) y a nosotros nos has dado la posibilidad de poder cantar
nuestra oración, hoy nos tienes aquí reunidos en el
nombre de tu Hijo Jesús, Nuestro Señor y Salvador,
el mismo ayer, hoy y siempre (Heb. 13,8)
Queremos ser
auténticos músicos católicos y deseamos dejar
en tus manos nuestra entrega al servicio del Reino.
Queremos acoger
la llamada del Vicario de Cristo, el Papa Juan Pablo II, para evangelizar
con nuevo "ardor", nuevos métodos y nuevas expresiones" ¡
ayúdanos Padre a ser fieles a este llamado!
Que nuestra
música, nuestro canto y nuestras vidas sean siempre para
gloria de la Santísima trinidad, de modo que al final de
cada momento en el que nos toque servir con nuestro talento, podamos
decir con el salmista: " No a nosotros Señor , no a nosotros
sino a Tu Nombre la gloria" "(Sal. 115,1)
Derrámanos
Padre la gracia de tu Espíritu que hace nuevas todas la cosas,
para que podamos tirar la red y así "siendo uno para que
el mundo lo crea" (Jn 17,21) hagamos realidad el mandato de Jesús
de "ir" por todo el mundo y anunciar el Evangelio a toda criatura"
(Mc,. 16,15).
A
la Virgen de Guadalupe encomendamos nuestros anhelos de ser instrumentos
dóciles a la acción del Espíritu: para que
la aurora del tercer milenio de la era cristiana, nos encuentre
cantando las alabanzas del Dios Uno y Trino que se nos ha manifestado
amorosa y misericordiosamente en Jesucristo, Señor de la
historia y Rey de reyes, a quien sea el honor y la gloria por los
siglos de los siglos. Amén.
CREDO
Creo
en Dios Padre Todopoderoso, Creador del cielo y la Tierra. Creo
en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor, que fúe
concebido por obra y gracia del Espíritu Santo. Nació
de Santa María Virgen. Padeció bajo el poder de Poncio
Pilato.Fue crucificado, muerto y sepultado. Descendió a los
infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos.
Desde allí ha de venir a juzgar a los vivos y a los muertos.
Creo en el Espíritu
Santo. La Santa Iglesia Católica. La comunión de los
santos, en el perdón de los pecados, la resurrección
de la carne. La vida eterna. Amén.
SALVE
Dios
te salve, Reina y Madre de misericordia, vida, dulzura y esperanza
nuestra, Dios te salve. A ti llamamos los desterrados hijos de Eva,
a ti suspiramos, gimiendo y llorando, en este valle de lágrimas.
Ea, pues, Señora, abogada nuestra, vuelve a este destierro
muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre. ¡Oh
clemente, oh piadosa, oh dulce Virgen María! Ruega por nosotros,
Santa Madre de Dios, para que seamos dignos de alcanzar las promesas
de Nuestro Señor Jesucristo. Amén.
Acto de
contrición
Jesucristo,
mi Dios y mi Salvador: yo me arrepiento de corazón de todos
los pecado que he cometido, porque con ellos ofendí a un
Dios tan bueno. Propongo firmemente no volver a pecar.Confío
en que me perdonarás mis culpas y me llevarás a la
vida eterna, porque eres bueno. Amén.
Ofrecimiento
Señor
mío Jesucristo que nos invitas a tomar la Cruz y seguirte,
caminando tú delante para darnos ejemplo: danós tu
luz y tu gracia al meditar en este Vía Crucis tus pasos para
saber y querer seguirte. Madre Dolorosa: inspíranos los sentimientos
de amor con que acompañaste en este camino de amargura a
tu Divino Hijo. Amén.
|
|