ORACIONES DE SANACIÓN
[ Oración para la Cura del Alma ]... [ Oración para la Cura Interior ]
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Oración de interseción por la cura de alguien ]... [ Oración para la cura interior y física ] [Oración para la cura del cuerpo ]
 

 

Oración para la cura del alma

Señor Jesús, Te pido por mi alma. Las consecuencias del pecado se reflejan en ella. Por eso muchas veces me siento nervioso e irascible, impaciente y vengativo. La malas costumbres ya se enraizaron en mi alma. Quedaron las cicatrices de las heridas que me dificultan amar al prójimo. Me volví muy desconfiado por causa de las experiencias que acumulé. Purifica, o Señor, mi subconsciente. Penetra en él con tu luz para que las tinieblas no lo envuelvan.
Con el poder de tu gracia, toca lo más profundo de mi alma que está amarrada a las cosas materiales, de donde provienen mis miedos. Purificame para que mi espíritu esté más abierto a Ti. Cúrame de la desconfianza que pueda tener de Ti y de tu palabra.

Te pido, Señor Jesús, que me cures de toda conmoción negativa y de los traumas oriundos de los fracasos y planes no realizados. Purificame de toda tiniebla interior y cuida de las heridas que se encuentran en la médula de mi subconsciente. En el poder de tu nombre, Jesús, y de acuerdo con tu Palabra, ahora mismo yo aniquilo todo raciocinio y todo orgullo que se levantan en mí contra el conocimiento de Dios y esclavizo todo pensamiento y lo reduzco a la obediencia a Ti. (II Co 10,5).

Te pido además, Señor Jesús, que mi alma sea renovada por el poder de tu Santo Espíritu y de tu Palabra y que solamente lo que sea verdadero, noble, justo, puro, amable, de buena fama, virtuoso y digno de alabanza ocupe mis pensamientos (Flp 4,8)

Que tu paz, que sobrepasa toda inteligencia, guarde mi corazón y mis pensamientos en Cristo Jesús (Flp 4,7).

Ruego, ahora por las personas espiritualmente enfermas y sumergidas en problemas. Alíviales las cargas y cura las llagas originadas en su enfermedad espiritual.

Protege a los niños y a los jóvenes que recibieron esta triste herencia. ¡Libéralos de las depresiones, miedos, neurosis y de todos los problemas psíquicos! Cura también  a los que se quedaron psíquicamente enfermos por causa de la falta de éxito en la familia, en la escuela o empleo. Aparta de ellos cualquier idea de suicidio y líbralos de cualquier pensamiento opresor.

¡Jesús, sé Tú el único Señor de nuestra alma! Libera con tu sangre preciosa a las personas que practican el ocultismo y la hechicería, cuyas consecuencias las llevan a la oscuridad y a la muerte espiritual. ¡Restituye a las almas la paz y la serenidad! Amén.

Ruegan por nosotros, oh Virgen María, madre de Dios y nuestra. En nombre de Jesús. Amén.

 

Oración para la cura interior

Jesús mío:

Vengo hoy a pedirte la cura de mis recuerdos, de todo aquellos que viví y quedo guardado en mi inconsciente y que me ha atormentado.
Tú me conoces y sabes la causa de cada problema que traigo en mi interior.

Ven, Jesús, y cura estos recuerdos, los momentos en que me sentí rechazado, desanimado, ignorado hasta por aquellos que más amaba.

Cúrame de los sentimientos de odio, rencor, disgusto y falta de perdón que, muchas veces, se reflejan en mi cuerpo, causando dolores y enfermedades físicas.

De los momentos de peligro que viví y que me tomaron una persona miedosa e insegura, cúrame Señor.

¡Oh Señor, son tantos los traumas y marcas que traigo en mi mente…y solo Tú puedes curarme!.

Por eso Te pido: lava mi mente en tu sangre, dame tu cura y lléname de tu paz.

Desde ahora, Te alabo y agradezco, pues creo que estás actuando en mí ahora y que seré, en Ti, una nueva criatura.

¡En el poder de tu nombre, Jesús!

 

Oración de intercesión por la cura interior de alguien

Señor Jesús :

Te pido que entres en el corazón de…(citar el nombre) y toques aquellas experiencias de vida que necesitan curarse.
Tú conoces mucho mejor a…de lo que él se conoce a sí mismo.

Derrama pues, tu amor en todos los rincones de su corazón.

Donde quiera que lo encuentres herido, tócalo, consuélalo, libéralo.

Si él se siente solo, abandonado, rechazado por la humanidad, concédele, mediante tu amor regenerador, una nueva consciencia de su valor con persona.

Jesús,

Te entrego a…..totalmente a Ti: su cuerpo, mente y espíritu y Te agradezco por restaurar su integridad.

Gracias, Señor.

Amén. ¡Aleluya!
 

Oración para cura interior y física

Señor Jesucristo, creo que eres el Hijo resucitado y glorioso de Dios Padre y que estás aquí entre nosotros, vivo e intercediendo por mí amándome y queriendo ayudarme. A ti me entrego, confiante, ¡Porque sé que quieres curarme y eres omnipotente para hacerlo!
Señor Jesús, Te lo ruego: perdona mis pecados, fallas y omisiones y cura, principalmente en mí, mis malos  hábitos. Quiero, con tu gracia, perdonar a los que me ofendieron y afligieron.

Jesucristo, mi Dios y mi Amigo, en este instante Te acepto como mi amado Salvador y Señor, único dueño de todas las áreas de mi ser, de todo lo que soy y poseo.

Jesús, mi Señor y Rey, Te pido que entres ahora en mi vida y permanezcas conmigo según lo prometiste: “Estaré siempre contigo, hasta el fin de los tiempos.” Yo creo en tu Palabra.

Señor Jesús, yo Te entrego, en este momento, mi mente, mi voluntad y toda mi vida, pues quiero que seas el centro de mi vivir, sin que el egoísmo sea  más el centro de mi vida.

Mi redentor y mi Hermano, muéstrame el propósito maravilloso que tienes para mi vida en este mundo y en la eternidad. Yo acepto el plan amoroso y salvador del Padre eterno para mí.

Mi Señor y mi Dios, dame tu paz y tu poder, para que pueda agradarte en todos mis actos, aceptar mis condiciones actuales y futuras que bondadosamente planeas.

Señor Jesús, renuévame totalmente, porque sé que es ésta tu voluntad para mí ahora.

Te agradezco, mi Señor y mi Dios, porque me estás curando y ungiendo con tu poder infinito y tu eterno amor, que cura y salva. Te agradezco tu gran interés por mí, porque sé que tu salvación se extiende a todas las áreas de mi ser para curarme.

Jesús mío, Te lo pido: pasea por los corredores de mi mente, de mi subconsciente e inconsciente, borrando todos los recuerdos dolorosos e irrigando totalmente con tu sangre salvadora tanto mi cerebro cuanto todas las demás áreas que carecen de salud.

Salvador mío, creo en tu promesa de que a todos los que Te reciben en el corazón Tú les das el poder de convertirse en Hijos de Dios Padre (Jn 1,12). Creo que en este instante recibí el Espíritu de adopción filial, renací como hijito de tu Padre celestial, y lo ama como a mi eterno Padre.

Jesucristo, Señor todopoderoso del universo, creo también que Dios Padre nos da la vida eterna cuando Te aceptamos como Salvador, porque la fuente de la vida sin fin y de la salud está en Ti, en el poder de tu Cruz, aceptada por Ti para nuestra salvación y eterna felicidad.

Sé, mi buen Jesús, que sufriste la Pasión por amor a mí y Te agradezco mucho por tu grande amor.

¡Señor Jesús, sálvame y retírame de en medio de la tristeza para que celebre alegremente tu santo Nombre de Redentor y Libertador del universo y me glorie en la alabanza del Padre celestial!

¡Mi Señor y Salvador Jesús, creo que resucitaste y estás, en este instante, sentado a la derecha del Padre celestial, en tu trono de gloria, intercediendo por mí  y por los que amas! ¡Jesús, Hijo de David, Te necesito, ven a curarme, a salvarme, a liberarme de todo mal!

¡Señor Jesús, creo que en este instante me has liberado de toda enfermedad y Te lo agradezo!

¡Jesús, mi Señor y mi Dios, Te pido que también cures a todas las personas que sufren!

Amén. ¡Aleluya!

¡Alabemos al Señor!

¡Gloria a Ti, Señor Jesucristo!

Ruega por mí, Oh Virgen Santa y envuélveme en tu manto de protección

 

Oración para cura del cuerpo

Jesús, tus manos y tus pies fueros traspasados. Traspasado también fue tu lado. Todo fue traspasado para que fuésemos sanados, para que nuestro cuerpo, templo del Espíritu Santo, fuese purificado. Jesús, por tu paciencia en los sufrimientos ¡danos la cura! Sana de la impaciencia a nuestros enfermos y a los que los socorren. Tú sabes que sufriendo se pierde la calma. Devuélvenos el amor, para que podamos soportar el dolor, como Tú mismo lo soportaste.
¡Jesús, Hijo de David, ten piedad de nosotros!

Jesús, sobre tu cabeza recibiste la corona de espinas y duros golpes. Sana los dolores de cabeza que yo pueda tener, en virtud de tus llagas y corona de espinas.

¡Jesús, Hijo de David ten piedad de nosotros!

Cerraste los ojos. Devuelve la vista a los ciegos.

¡Jesús, Hijo de David, ten piedad de nosotros!

Jesús obedecías al Padre, oías su Palabra y lo glorificabas con tus labios. Restitúyenos los oídos y el habla. Sana a los sordos y mudos.

¡Jesús, Hijo de David, ten piedad de mudos.

¡Jesús, Hijo de David, ten piedad de nosotros!

Jesús, por tus manos y pies traspasados por los clavos, sana todo tipo de parálisis. Abre también las manos que se han cerrado en puños.

¡Jesús, Hijo de David, ten piedad de nosotros! Jesús, abrieron tu pecho y perforaron tu corazón. Sana nuestro corazón enfermo, los disturbios de circulación, las enfermedades de la sangre, las enfermedades óseas.

¡Jesús, Hijo de David, ten piedad de nosotros! Que padecen la indiferencia de aquellos que no tienen corazón y son prepotentes. ¡Sánalos, Jesús! ¡Jesús Hijo de David, ten piedad de nosotros! María, estamos contigo al pie de la cruz. Tú conoces nuestras aflicciones, problemas, dolores y los sufrimientos de nuestra alma. ¡Oh Madre de la consolación, cuánto te agradezco por no encontrarme solo! Gracias por estar conmigo en el dolor y en la cruz. Te extiendo la mano, te consagro mi vida para que pueda quedarme al lado de la cruz de tu Hijo.

Madre, estas son tus palabras:

“Mis queridos hijos, todos los días pretendo revestirlos de santidad, bondad, obediencia y amor divino, para que sean cada vez más hermosos y cuidadosos para con Dios. Queridos hijos, sigan lo que les recomiendo, pues yo misma quiero conducirlos” (Medjugorje 24-10-1985)

Oh María, como Madre cariñosa, envuélvenos, prepáranos, lávanos y purifícanos, para que estemos preparados para servir a nuestro Señor y que seamos disponibles entre nosotros.

(Rezar: Padrenuestro, Avemaría y Gloria)

La bendición de la paz, del amor, de la misericordia y la bendición de la salud espiritual y física ¡que bajen ahora mismo de la cruz sobre mí y sobre el mundo entero! En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.

Amén.

 

Mándanos tus intenciones de oración, las cuales incluiremos en nuestra misa y rosario diario.
Y en la misa de la Basílica de Guadalupe, una vez a la semana.

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